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Los Agustinos en Cardonal

 

Las misiones de los Agustinos en la Nueva España inician el 22 de mayo de 1533 con la llegada de siete clérigos provenientes de Castilla y Andalucía. Francisco de la Cruz, que venía como superior, Jerónimo de San Esteban, Juan de San Román, Agustín de Coruña, Juan de Oseguera, Jorge de Ávila y Alonso de Borja.

 

En su misión evangelizadora los Agustinos hicieron especial énfasis tanto en la formación cristiana para la conversión de los nativos como en su educación. Enseñaron a los indígenas agricultura, oficios útiles para la construcción y les enseñaban a leer, escribir, contar y cantar. Buscaron como propósito proteger la dignidad del indígena dentro del marco de los principios cristianos.

La conquista espiritual de los actuales territorios hidalguenses fue iniciada por la orden de los Franciscanos. La segunda orden religiosa en llegar fue la de los Agustinos extendieron su acción evangelizadora a territorios en los que no habían llegado las demás órdenes, siguiendo tres rutas: al sur, los actuales estados de Morelos, Guerrero y Puebla; al norte, entre los indios otomíes de Hidalgo y al oeste, la región de los tarascos, en Michoacán. Cubrir estas regiones demando una mayor esfuerzo por la dificultad del terreno, por el menor desarrollo de los nativos y por la diversidad de lenguas. Pese a esto, los Agustinos se destacaron por su capacidad para fundar pueblos, civilizarlos y administrarlos. Ocuparon regiones lejanas y difíciles, sobre todo en la Sierra Madre, en la Huasteca y en otros lugares del altiplano donde no habían llegado los Franciscanos, tal es el caso de: Singuilucan, Tezontepec, Epazoyucan, Actopan e Ixmiquilpan. Pero la verdadera prueba de los Agustinos fue implantar el cristianismo en la región montañosa de Hidalgo: Metztitlán, Atotonilco el Grande, Molango, Tlanchinol y Huejutla.

La orden de los agustinos, establecida desde 1536 en el convento de Meztitlán, fue quien se encargó de la evangelización de la región y en El cardonal comenzaron la construcción del edificio parroquial en 1545 acompañados de las laboriosas manos indígenas de los nativos del lugar, espacio arquitectónico que recibiría el nombre de “Parroquia de la Purísima Concepción de El Cardonal. En este mismo año ocurrió la fundación española del mineral del plomo pobre, como mineral de El Cardonal, probablemente el descubrimiento de yacimientos de plata y plomo fue el motivo para que Alonso de Villaseca fundara este nuevo real.

En 1569 la parroquia de la Purísima Concepción la administró Alonso Pacho, pero no fue sino hasta 1701 bajo la custodia de don Gaspar Ramos cuando se terminó la fábrica material.

Los agustinos la tuvieron a sus órdenes hasta 1751, fecha en que la recibió como primer cura propio el Padre Antonio Fuentes, manifestándose que fue secular desde su creación.

Corazón ardiente atravesado por dardos, a sus pies, un libro, cubiertos por un sombrero que nos indica su incansable peregrinar bajo el sol en su labor evangelizadora. Con estos símbolos identificaron su ser, su misión y sentido de pertenencia. Este escudo esculpido en cantera café se encuentra colocado en una de la esquinas del Claustro de conjunto arquitectónico del templo Parroquial.

 

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